Alejandra Camposeco Artista
Este blogg contiene mis pensamientos, obra e ideas que van surgiendo a lo largo de mis días. Si lo encontraste, ¡Bienvenido!... Ojalá disfrutes el conocerme un poco más
martes, 19 de marzo de 2019
Caracoles. Acrílico sobre tela.
Después de vivir durante casi 15 años en Cancún, tuve que regresar a Querétaro por razones personales. Uno de mis recuerdos de todos esos años amaneciendo y respirando el mar son estos caracoles que he llevado conmigo, por muchos años, a donde quiera que voy.
lunes, 18 de marzo de 2019
Los caballos



Cuéntame una de vampiros
Todos tenemos algo vampiresco dentro de nosotros. Algunos absorbemos grandes cantidades de energía de las otras personas con la simple finalidad de sentirnos más llenos de “vida”, otros absorbemos el tiempo, las ideas, o incluso hasta los pensamientos de otros. Pero me llama la atención que la genealogía del vampiro sea tan remota e inmemorial como para remontarse hacia el año 600 a.C.
El vampiro aparece en China como un demonio terrible que ronda el alma de los hombres muertos cuya alma rehúsa abandonar el cuerpo. En la demonología mesopotámica toma el nombre de Rapganmekhab, mientras que en la asiria se les conoce como Akhkham. A través de los siglos, los testimonios de estos macabros seres son bastante abundantes. Los sumerios distinguían tres clases de demonios: los mitad humanos mitad demonios, los espíritus puros capaces de propagar epidemias y los muertos que no descansan en sus tumbas y se mueven por el aire, sobre el suelo y bajo la tierra.
Dentro de la tradición hebrea encontramos la figura de Lilith, poderoso demonio alado, de largos y serpentinos cabellos, cuyo cuerpo desnudo y sensual termina en forma de serpiente. Según la tradición rabínica, Lilith fue la primera mujer de Adán, pero tras una violenta pelea, Yahvé la regaña y la obliga a obedecer a su marido. Lilith furiosa, se rebela y se niega a obedecer, por lo cual es destinada a convertirse en un demonio volador, que debe alimentarse con sangre.
Dentro de los árabes también encontramos a uno de estos seres: el Gul. Este demonio femenino frecuenta (de noche) los cementerios, en busca de su frio y deseable alimento: los cadáveres. Pero al igual que Lilith, el Gul tiene preferencia por los niños pequeños, a los que secuestra y lleva a lugares apartados para saciar su hambre con avidez.
De regreso por China encontramos una serie de vampiros denominados ch´iang Shih, los cuales son capaces de animar cadáveres y evitar su descomposición. Según la tradición china, tienen los ojos rojos y llameantes, las garras afiladas y el cuerpo ligeramente cubierto de un pelo pálido y verdoso.
Finalmente en la India tenemos a los vetalas y a los rakshasas, demonios que probablemente fueron emanaciones de la diosa hindú Kali, cuya imagen se representa con una espada en la mano y una cabeza chorreando sangre en la otra, mientras que sobre su pecho porta un enorme collar hecho de calaveras humanas.
Estos son solamente algunos ejemplos de los primeros vampiros de los que tenemos registro. Por supuesto que a través de los años, su imagen se ha ido transformando en algo tan fascinante, sensual y terrorífico que todos deseamos tener un poco de estos maléficos seres. Los vampiros representan la parte oscura de los seres humanos, aquello de lo que deseamos olvidarnos pero que vive siempre latente en nuestro interior. Forman una sombra sobre la virtud y la pureza del hombre. Los vampiros nos hacen sentir hacia ellos una terrible atracción-repulsión de la cual es difícil librarnos. El vampiro es el seductor por excelencia, ya sea en su forma masculina o femenina.
Si te gustan las historias de vampiros aquí te van varias que puedes googlear y leer o pedir a una librería, para abundar en este tema. Todas estas historias son anteriores a la versión más conocida del Drácula de Bram Stocker. El Vampiro, John William Polidori; No despertéis a los muertos, Johann Ludwig Tieck; La familia del vurdulak, Alexei Tolstoi; Vampirismo, E.T.A. Hoffman; La muerta enamorada, Theophile Gautier; Carmilla, Joseph Sheridan Le Fanu y Manuscrito encontrado en Zaragoza de Potocki.
Buenos y terroríficos días. Hoy lee una historia de vampiros… Pero lee.
Tristam Shandy de Sterne
Hace ya algunos años me recomendaron leer este magnífico libro. Gracias al destino o tal vez a la inminente creación de un caos literario en mi manera de leer, una de mis maestras poseía una copia y tuvo la audacia de prestármelo. Realmente disfruté su lectura. La edición había estado muy cuidada y la traducción de Javier Marías era realmente muy buena. Pasé mucho tiempo buscando un ejemplar para mi colección, pero cuando finalmente lo conseguí, gracias a mi amigo Cuahutémoc que en aquellos años trabajaba en la librería Coyoacán, se vendió antes de que yo llegara a recogerlo. Hablo de menos de 24 horas y debido a que el Cuau no fue a trabajar por razones que aún hoy me hacen enojar...
Pero para todos aquellos que deseen leer una novela moderna, atrevida y sencillamente maravillosa, recomiendo la lectura cuidadosa de este libro.
Aquí algunas citas...
"Las digresiones son, sin duda alguna, como el resplandor del sol; son, el alma de la lectura"...
"Nuestras mentes no resplandecen a través del cuerpo, sino que están bien envueltas en un oscuro ropaje de carne y sangre sin cristalizar"...
y finalmente
"Si un hombre es capaz de pensar, tiene que ser cómplice de sus propios pensamientos y deseos".
Cuando muere Yorick, el imprevisible duelo se da a través de una página negra, recurso novedoso para una novela que se escribió hace 251 años. No intento de ninguna manera ser un erudito de la literatura clásica, asumo que muchos de ustedes saben más de esto que yo, pero no puedo dejar pasar estas líneas sin recomendar un libro que me impresionó, me divirtió y me educó para aprender a pensar de manera diferente. Sigo buscando la edición de Alfaguara que alguna vez tuve entre mis manos y que respetuosamente devolví a su dueña. Si alguien sabe en dónde puedo conseguir una copia, se lo agradeceré infinitamente. Me encantaría una re-lectura. http://www.alfaguara.com/es/libro/tristram-shandy-1/
Lisianthus. Acrílico sobre tela
Estas flores se llaman Lisianthus. Son unas de mis flores favoritas. Este cuadro me gusta por sus colores. Está realizado en Acrílico sobre tela.
Una reflexión en torno a Marsilio Ficino
Dice Marsilio Ficino en sus comentarios al Banquete de Platón que cuando nos referimos al Amor, debemos entender “deseo de belleza”. Hoy cumplo 47 años, una edad indeterminada, ya que no soy ni joven ni vieja, en teoría debería estar en ese estado que se llama “plenitud de la vida”. Supongo que es porque he aprendido cosas y me he vuelto un poco más sabia, y aún no tengo a la demencia senil en mi cabeza para ayudarme a olvidar lo aprendido. Y después de esta digresión, regreso a Ficino, con su deseo de belleza, y me queda claro que la belleza a la que se refiere no es la exterior, sino la interior, la que habita en el alma de los seres humanos, y ¿por qué no? también de los animales (este último comentario ya es muy personal).
Afirma entonces el filósofo (1433-1499) que “la belleza del alma consiste en la verdad y en la sabiduría…” y que ésta es algo así como una luz invisible. Y esta reflexión en torno a mi cumpleaños me lleva a hacer un recuento de los daños acontecidos en el último año de mi vida. Puedo afirmar que el tiempo pasado ha sido bastante rocoso. Mis 46 trajeron muchas pérdidas, tanto materiales como emocionales, pero hoy quiero dar gracias a ese Hado divino por todos los aprendizajes obtenidos.
En el tiempo pasado he aprendido a no darme por vencida, a convertirme en un ave fénix y constantemente resurgir de mis cenizas, aprendí a transformar los momentos más difíciles en fortalezas y motores que impulsan la movilidad, aprendí a escucharme a mí misma, algo sumamente difícil ya que tendemos a apagar nuestros pensamientos con una multitud de actividades inútiles como ver la televisión, jugando en línea o en las redes sociales. Aún intento aprender a relacionarme con las personas, ya que en una confesión muy íntima, afirmo que me asustan un poco. Y finalmente aprendí a vivir cada día con amor.
Todo lo anterior puede no ser más que un inmenso lugar común. El detalle está en que, como todo lugar común, se escribe mucho, más se practica poco. Ficino afirma que. “ … continuamente se cambian costumbres, hábitos, opiniones, apetitos, placeres, dolores, temores y ninguno de ellos sigue siendo él mismo o semejante; las cosas de antes se van, y les suceden las nuevas”. Y es entonces que las cosas mortales se transforman en inmortales; todo evoluciona y se transforma, mas no muere. Así es que a través de la vida nos vamos volviendo un poco más sabios, más listos, tal vez más humanos.
Me gusta cumplir años, me emociona la idea de que cada día me acerco a la fabulosa experiencia que es morirme, pero al mismo tiempo me apasiona la vida; recuerdo con nostalgia todas las personas que he sido, me apasiona la idea de imaginar aquellas en las que me convertiré, y espero con ansias conocer a todos aquellos que, en algún momento o circunstancia, van a cruzarse en mi camino y me van a enseñar algo magnífico.
Amo leer y escribir. Esa es mi pasión desde que era una niña. Amo las sorpresas tanto como las historias de vampiros y fantasmas. Amo levantarme cada día y manejar a mi trabajo mientras contemplo un cielo oscuro y estrellado, amo comer mandarinas y alcachofas con mayonesa y en las horas más solitarias y silenciosas de mis días, amo escribir estas líneas esperando que sus años, los que sea que cumplan aquellos que tienen la audacia de leerme, sean tan prolíficos, especiales, y maravillosos como han sido los míos.
Y cierro estas líneas con unas palabras de este libro que me obsequió un amigo al que quise muchísimo. “ Quiera Dios que el alma sea herida por la imagen de la belleza, que tiene el lugar del sol, como un cierto rayo que penetra por los ojos”…
Feliz fin de semana.
Suculentas; Acrílico sobre tela
Este cuadro nació de la idea de crear una narrativa; de encontrar mi voz en la pintura. No estoy segura de haber encontrado nada aún, pero se llevó muchos meses de mi vida y es uno de mis cuadros favoritos. La imagen inicial es una fotografía que tomó el papá de mi amiga Mariana Nieto en una hacienda que visitó, pero creo que el cuadro final ya no tiene nada que ver con ella. Siempre me han gustado los cactus y las suculentas, creo que por eso comencé la serie con ellas.
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